El término Aquagym procede del latín y mezcla los términos “agua” y “gimnasia”, que definen con bastante precisión el tipo de deporte que engloba. Esta modalidad es una variante del aeróbic que se realiza en un medio acuático, por lo general en una piscina, y que, gracias a su desarrollo en el agua permite duplicar los efectos del ejercicio. El anglicismo aquagym se conoce también como fitness acuático o como gimnasia acuática.
Su uso y la demanda han aumentado notablemente en los últimos años, no sólo por los beneficios para mantener y mejorar la línea, sino por sus ventajas a nivel de salud.
El aquagym es una modalidad de fitness acuático con numerosos ejercicios centros en la tonificación muscular. El aquagym adapta al medio acuático el trabajo físico que se realiza en tierra, con la ventaja de la ingravidez que aporta. Se suele llevar a cabo en piscinas de poca profundidad (de 1,20 a 1,50 m). La temperatura más adecuada debe oscilar entre los 28 °C y los 31 °C.
Con el aquagym se mejora la condición física general y permite una mejor recuperación de las lesiones, por lo que está indicado para personas en procesos de rehabilitación. Se trabajan diferentes grupos musculares de forma específica y se alternan ejercicios de la parte superior, media (oblicuos y abdominales) e inferior del cuerpo.
En el aquaerobic, con la música se controlan las pulsaciones haciendo que el organismo se active o se relaje. Gracias a los ritmos se facilita la realización de los ejercicios adecuados a la música a ellos y creando coreografías divertidas.